martes, 30 de octubre de 2018

Vegetarismo entre los jóvenes va en aumento



Hay una tendencia mundial entre los
 jóvenes al vegetarismo

Por Claudia Schiappa-Pietra

Después de ver un reportaje en TV en la que se rebelaba el impacto ambiental del efecto invernadero por el consumo de carnes rojas, fue que Camila, nuestra hija de 14 años decidió volverse vegetariana. Ella estaba totalmente convencida de la decisión que había tomado y es por ello que mi esposo y yo decidimos respetar su punto de vista, tenía fundamentos que sustentaban su decisión, afirma su madre. Ella es la única vegetariana en el hogar, nosotros y nuestro hijo de 16 años consumimos pollo, chancho y pavo.   En casa se preparaba arroz, menestra o pasta y le separábamos para ella sin ración de carne.



Poco a poco fuimos acomodándonos a la nueva restricción dietética y respetar su decisión no fue fácil, pero no había forma de convencerla, el tema del cuidado del medio ambiente y la salud había impactado en ella y en la escuela habían investigado acerca de ello.




En el 2014 se reportaron cerca de 2 millones de vegetarianos entre las edades de 8 y 18 años en Estados Unidos, es decir cerca del 4% del grupo de edad. Se define como vegetarianos a aquellas personas que no consumen carne, pescado, mariscos o chancho.

Muchos jóvenes deciden volverse vegetarianos por convicción: temas ambientales, de salud y los que se refieren básicamente a la contaminación que producen las heces de la vaca.  

Si uno de nuestros hijos adolescentes toma esa decisión, lo recomendable es escuchar sus razones y fundamentos y hacerle ver que ello no sea simplemente una moda o por integrarse a un grupo.

Es una oportunidad, en la familia, para reforzar valores como convicción a principios, tolerancia y empatía entre sus miembros.
Con el fin de complacer a un vegetariano en un hogar de carnívoros se sugiere algunas ideas:
  • Determinar qué comidas agradan a la familia que compatibilizan con la dieta de los vegetarianos como menestras, o determinadas pastas.
  • Considere platos que le pueden agradar fácilmente con el fin de considerar las necesidades de todos.
  • Mantenga hamburguesas de vegetales en la refrigeradora en caso la comida no se puede acomodar a los que son vegetarianos.
  • Involucrar a los jóvenes vegetarianos en la compra y elaboración comida, es una manera de que tomen conciencia de la decisión que han tomado.
  • Evite ridiculizarlo o enfrentarse, respete su decisión.


martes, 2 de octubre de 2018

Slow Parenting... Un nuevo modelo de crianza



Slow Parenting

Por Claudia Schiappa-Pietra

Revolución educativa que pone énfasis en no tomarse la educación de los hijos como una carrera

Slow Parenting, es un estilo de crianza que promueve la educación basada en el respeto a los ritmos naturales e individuales de los propios niños, procurando niños felices y satisfechos con sus logros aunque con ello no se conviertan en personas ricas, populares o veloces.  En contraparte a ello, se encuentran estilos de crianza basados en la hiperactividad.

También es conocido como Simplicity Parenting (paternidad de la simplicidad). Este forma  de crianza, va de la mano con un estilo de vida que consiste en realizar las actividades cotidianas a ritmos adecuados sin poner excesiva presión por avanzar en el desarrollo de aprendizajes.

Es una propuesta educativa que valora la calidad sobre la velocidad. Sugiere que es más valioso hacer las cosas lo mejor posible, que hacerlas a la mayor rapidez.

Nació de una serie de libros escritos por el periodista canadiense Carl Honoré, quien cuestionó las sociedades occidentales obsesionadas por la aceleración y lo que repercute hoy y de continuar así, las consecuencias las veremos en futuras generaciones en desmedro de  la salud física, mental y emocional, relaciones afectivas,  la familia, productividad y creatividad.. Mayor razón aún que hoy se valora en los líderes el desarrollo de habilidades y  de capacidades.   Estas surgen en entornos naturales y saludables.

Se critica la tendencia de la actual generación en la que el éxito está en función a lo material, a la velocidad y la que considera que es más valioso llegar primero.  Surge de la necesidad que tenemos los adultos de crear una “infancia perfecta” basada en el consumismo.

Ante la demanda de perfección, se busca tener la “casa perfecta”, “el empleo perfecto”, “la familia perfecta” o “el niño perfecto” en desmedro del tiempo dedicado a la educación de los hijos, priorizando lo material y delegando la responsabilidad de la educación y formación a terceras personas.

La propuesta concreta de este estilo de crianza se basa en tratar de pasar más tiempo en familia, procurando que la actividad principal no sea ir de compras, vivir alrededor de la tecnología que no facilita la interacción y el “stress” que generan las urbes.  Se busca crear espacios de juego e interacción en familia y que además sean momentos de ocio y recreación, potenciando el juego espontáneo en los niños y el que parte de la propia iniciativa y curiosidad.  Esta corriente da importancia a que los niños estén en contacto con la naturaleza y cuenten con espacios públicos para la recreación . En ese sentido, autoridades, educadores y padres tenemos que aunar esfuerzos.