Cómo formar lectores
activos
En el día
internacional de la lectura, hacemos un homenaje a ella, procurando
revalorizarla y con mayor razón, hoy en día en que la tecnología y las redes
sociales vienen desplazando el valor de la misma.
Joseph
Addinson, poeta inglés dijo, “leer es para la mente lo que el ejercicio físico
es para el cuerpo”.
La
lectura es el procedimiento mediante el cual las personas decodifican un
mensaje transmitido mediante un código escrito. El enorme valor de la lectura
radica en su perdurabilidad: el lector puede leer un texto cuántas veces lo
desee. Siendo, la lectura de buenas obras infantiles, un factor crucial en el
desarrollo psicosocial-emocional de los niños pues fomenta una relación
afectuosa y satisfactoria entre padres e hijos.
La
familia es la cuna de niños lectores, pues el interés por ella comienza en el
hogar y tiene un lugar insustituible en la formación lectora siendo los padres
modelo para sus hijos y uno de los más importantes bienes que han de
transmitir. Los niños criados en un ambiente familiar donde los libros son algo
ordinario y natural tienen mayor facilidad para amar la lectura y es probable
que sean buenos lectores.
¿Qué beneficios reporta la lectura?
Ser un lector es como tener un poder que
puede ayudar a cambiar la situación de pobreza
Fortalece el vínculo entre padres e hijos
Promueve momentos de comunicación afectiva y cálida
La lectura es el gran aliado de la educación emocional pues a través de los acontecimientos narrativos se aprende el vocabulario emocional y se desarrollan habilidades emocionales como la empatía, la felicidad, el amor, la compasión, la cólera, el miedo, los celos, la envidia, la frustración, la timidez, la rivalidad entre hermanos.
Influye positivamente en el rendimiento académico
Mejora la expresión oral
Incrementa el vocabulario
Desarrolla la inteligencia
Estimula la concentración y percepción
Se desarrolla la creatividad e imaginación
Se consigue información sobre algo que a uno le interesa o que no conocía
Permite conocer otras formas de vida y otras épocas
Favorece el desarrollo de virtudes morales, siempre que los libros se seleccionen adecuadamente.
Despierta aficiones e intereses
Fortalece el vínculo entre padres e hijos
Promueve momentos de comunicación afectiva y cálida
La lectura es el gran aliado de la educación emocional pues a través de los acontecimientos narrativos se aprende el vocabulario emocional y se desarrollan habilidades emocionales como la empatía, la felicidad, el amor, la compasión, la cólera, el miedo, los celos, la envidia, la frustración, la timidez, la rivalidad entre hermanos.
Influye positivamente en el rendimiento académico
Mejora la expresión oral
Incrementa el vocabulario
Desarrolla la inteligencia
Estimula la concentración y percepción
Se desarrolla la creatividad e imaginación
Se consigue información sobre algo que a uno le interesa o que no conocía
Permite conocer otras formas de vida y otras épocas
Favorece el desarrollo de virtudes morales, siempre que los libros se seleccionen adecuadamente.
Despierta aficiones e intereses
¿Cómo
podemos fomentar la lectura?
El reto es conseguir que los
niños lean y, por encima de todo, que disfruten con ello, por eso es importante
compartir durante los primeros años la lectura, tratando de leer en voz alta y de
acuerdo a sus intereses y edad, dejándoles escoger los libros que sean de su
interés pero siempre aconsejándoles lo mejor.
¿Qué
errores cometemos los adultos y que no ayudan a inculcar amor a la lectura?
Cuando no les permitimos que interrumpan
la narración
Leer es como el verbo amar
porque no soporta el modo imperativo, por ello no debemos obligarles a leer.
Dejándolos que destrocen los
libros
Convertir el momento de la
lectura en rutina y no disfrutar de ésta
Ser poco constantes
No permitir que creen sus
propias historias
Leer historias muy largas
Leer historias con temas que
no sean significativos para ellos.
Leer en un momento poco
apropiado