martes, 24 de abril de 2018

El enfoque verde en la educación de los niños











El enfoque verde en la educación de los niños

Por Claudia Schiappa-Pietra




En su reciente visita al Perú, el Papa Francisco, destacó la importancia de cuidar el medio ambiente y es en relación a ello, que quisiéramos resaltar la importancia de ello, inculcándolo a los niños desde los primeros años.   Considerando que los hábitos y valores que se aprenden en forma natural y espontánea desde pequeños, son los que les acompañarán toda la vida, siendo tarea de los adultos educar con el ejemplo, pues los niños aprenden por imitación.



5 ideas que permitirán inculcar hábitos a los niños para estar en armonía con la naturaleza.
  1. Explicar con fundamentos la importancia de cuidar el medio ambiente con el fin de que no lo sientan como una imposición sino que comprendan por qué es importante proteger la naturaleza.
  2. Brindarles oportunidades de entrar en contacto con la naturaleza. Hoy la mayoría de los niños viven en las ciudades, por lo que el contacto directo con ella no es frecuente, según Catherine L’Ecuyen en su libro “Educar en el Asombro”, los niños hoy más que nunca, necesitan disfrutar de las mariposas, de las pocas abejas que quedan vivas o de observar  cómo se arrastra un caracol, como florece el botón de una flor… observar echados en la arena el cielo estrellado, imaginar nubes, trepar árboles y encontrar espacios abiertos para correr y saltar.
  3. A veces preferimos que no entren en contacto con la naturaleza, porque se pueden caer de un árbol, ensuciar la ropa o puede ser que se resfríen cuando en realidad, el beneficio e impacto que tendrá en la vida de un niño el interactuar con ella, es enorme y mucho más importante y necesaria que tener que lavar un pantalón porque éste se ensucie.
  4. Enseñar a los niños la importancia del silencio, brindándoles momentos y espacios para cultivarlo, siendo los adultos capaces de reaccionar cuando vemos que están en entornos que les provoquen estrés.
  5. Enfocar a los niños hacia una vida verde que implica un cambio de hábitos en la vida cotidiana; cerrar el caño mientras nos lavamos los dientes, no dejar correr el agua de la ducha, lavar platos y cerrar el caño mientras lo hacemos, apagar las luces y aparatos eléctricos, usar focos ahorradores, usar bicicleta como transporte público o ir a pie en vez de usar carro, inculcar hábitos alimenticios saludables y reciclar papel entre otros.


Los maestros tenemos en ese sentido mucho que aportar para lograr que las futuras generaciones cuiden del medio ambiente. 





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